Ráfagas II
Hoy no sé leer el ritmo estúpido
del tiempo.
Y París se salta algunos semáforos.
¿ Oyes el azul intenso?
(mientras un silencioso Sena, se alivia
regurgitando y resucitando viejos retos)
la ciudad se acomoda en tus pupilas.
(¿Podré vivir sin ti?)
París continúa saltándose semáforos
Fumas con lentitud, mezclando aire y humo
en un sordo murmullo.
“¡Dios fuma tras de las montañas!”
(Xavier Villaurrutia)
Bebo la sal de tus poros,
vicio tibio que unta mis entrañas.
Y mi voz abre tus párpados, a oscuras.
¡Sacio por hoy mis dudas!
miércoles, 22 de julio de 2009
Horas
Tu miedo a soñar en soledad,
te acerca a mis costillas.
Odias las horas gastadas.
Olvidas tu sombra en la terraza,
y el reloj tamborilea en mi muñeca.
No se detiene. Nunca se detiene.
Se desahucia la tarde. Huele a nicotina.
Bebemos vino.
(Momento bukowskiano. Reímos)
Cesa la noche. Ya es domingo.
¿Leerá Dios la biblia?
Me preguntas.
Sales por esa puerta.
La mañana huronea a través de una rendija.
Escribo. Leo.
¿Acaso, me reinvento?
Descubro marcas de tus dientes,
en mis pechos.
Gasto el día. Café y cigarrillos.
Ya no escribo.
Y espero.
te acerca a mis costillas.
Odias las horas gastadas.
Olvidas tu sombra en la terraza,
y el reloj tamborilea en mi muñeca.
No se detiene. Nunca se detiene.
Se desahucia la tarde. Huele a nicotina.
Bebemos vino.
(Momento bukowskiano. Reímos)
Cesa la noche. Ya es domingo.
¿Leerá Dios la biblia?
Me preguntas.
Sales por esa puerta.
La mañana huronea a través de una rendija.
Escribo. Leo.
¿Acaso, me reinvento?
Descubro marcas de tus dientes,
en mis pechos.
Gasto el día. Café y cigarrillos.
Ya no escribo.
Y espero.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)